Visitante

domingo, 5 de agosto de 2012

Un primero de Agosto

Lo recuerdo muy bien. Yo estaba sentada casi al frente tuyo con unas cuatro filas de asientos que nos separaba. Tú ibas al lado de la ventana. Llevabas puestos unos anteojos más grandes que los míos y un chuyo negro en la cabeza.
Luego me miraste, te diste cuenta que yo estaba ahí, pero creo que todos los disturbios del lugar nos alejaron y volvieron mi verso prosaico.

...espera! ¿Por qué te vas?
Regresa!

Los siguientes minutos fueron eternos, la música aburrida.
Monotonía, cansancio, momento apático.
Vista arañada…

…No te hubieras ido.


…Me hubiera gustado probarme tus anteojos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario