Visitante

domingo, 5 de agosto de 2012

Un nuevo culto

Estaba sentada en la banqueta de un parque oyendo voces.
Oyendo los gritos de los chicos, la gente que pasaba conversando, las voces de mi cabeza y a mi voz, aquella que quería cantar…
Dicen que en la vida uno no puede hacerlo todo a la vez y que tiene que sacrificar algunas cosas por otras.
Entonces  “canto”, esta tarde he decidido que te voy a sacrificar para seguir avanzando con las cosas para las que en realidad si soy buena.

Así como Dios sacrificó a su único hijo en la tierra para salvarnos del pecado, ahora yo sacrifico un sueño, te sacrifico a ti para que se puedan realizar “otros sueños” en mi vida.
Tú serás ahora el salvador de mis planes.

Prometo jamás olvidarte, siempre te recordaré, siempre iré a escuchar las óperas y hablaré de ti.
A partir de hoy le rendiré culto a la música, le rendiré culto al canto, pues ella ha sido mi salvadora y ha sido también mi motivo de inspiración.

Prefiero que sea una despedida rápida porque no quiero llorar más, pero…
¿Cómo se hace cuando por dónde sea que mis pies me lleven hay música?
¿Cómo se hace si por dónde sea que vaya, oigo hermosas voces?
¿Cómo haré ahora sin ti cada vez que escuche un precioso dúo?
¿Cómo haré para vivir sin ti?

Lo que si te puedo decir es que seguirás siendo mi fuente de inspiración en las malas y en las buenas.
Llegaré a casa como todas las noches y te escucharé cantar para mí.
Pero yo ya no lo haré más…

Adiós “canto” que tanto quise aprender…
Hasta una nueva etapa en mi vida…
Siempre te tendré presente en todo lo que haga.
Perdóname, pero estoy muy triste.

No hay comentarios:

Publicar un comentario