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jueves, 25 de octubre de 2012

Porque somos dos de la misma edad

Viviré en estos días emociones ya vividas.
Gracias a la llegada de un nuevo Tito a mi vida.
El pasado fue travieso, cruel y casi suicida.

El hoy depende de mi voz, la que también veía.
Y hay una mente; la mía.
La que creía que todo lo controlaba y atraía.
Y a la hora de la hora, no controlaba ni la eritrofobia que poseía.

Una voz se esconde;  la mía.
La que se conformaba con cantar trova en una tasca de arpías.
Una mente se satura; la mía.
Por todo lo que controlar quería.
Y al pasar de las horas, sólo obtenía manías.

Una vez más se repite la emoción duradera.
La que no te cansas de recordar, me decía una voz pasajera.
Fueron peripecias de la niñez,
Y hoy vuelvo a ser niña otra vez.

No hay problema con la edad,
Total aún no llegamos a los 30 de edad.
Acepta ser niño conmigo como el Tito que corría en la pradera.
Acepta alimentarte de pasiones y verás que será un buen cojín para superar la llegada de los 30.

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